Piezas
Por DesignTek
El GT2, que actúa como contraparte turboalimentada del GT3, optó por la tracción trasera para ahorrar peso y minimizar las pérdidas de potencia a través de la transmisión. Esta decisión se debió al uso previsto del GT2 en las carreras de la clase GT2, que imponía restricciones a los sistemas de tracción total. Equipado con una serie de mejoras aerodinámicas, el GT2 presentaba una versión rediseñada del motor biturbo de 3,6 litros del 996 Turbo. Esta versión contaba con turbocompresores e intercoolers más grandes, junto con un sistema de admisión y escape revisado y un software de control del motor reprogramado. ¿El resultado? Unos formidables 356kW (484PS; 477hp) a 5.700 rpm y 640 Nm (472lbf⋅ft) a 3.500 a 4.500 rpm, impulsando el automóvil de 0 a 97 km/h (0 a 60 mph) en unos vertiginosos 3,9 segundos y en adelante a un velocidad máxima de 315 km/h (196 mph).
Las características estándar incluían ruedas y neumáticos más grandes, complementados con frenos cerámicos livianos. El alerón trasero fijo del GT2, construido con CFRP en los modelos posteriores a 2003, fue un guiño a las regulaciones de carreras que normalmente prohíben los componentes aerodinámicos ajustables. Para una sensación minimalista y listo para la carrera, el GT2 omitió los asientos traseros y el aire acondicionado, y en su lugar ofreció una jaula antivuelco instalada de fábrica. Al igual que su homólogo GT3, el GT2 estaba disponible exclusivamente con una transmisión manual de 6 velocidades.
En particular, los modelos Turbo, GT2 y GT3 conservaron el cárter de aluminio del 911 refrigerado por aire, con un verdadero sistema de lubricación por cárter seco. En este motor, cada uno de los seis cilindros individuales revestidos de Nikasil está cubierto con dos camisas de agua instaladas por separado, que proporcionan refrigeración por agua a un cárter diseñado inicialmente para cilindros enfriados por aire. Esto contrasta con el motor 996 Carrera estándar, donde los cilindros y las camisas de agua están fundidos junto con el cárter.
